El Real Zaragoza de la temporada 2004-2005 echa a andar hoy oficialmente con la disputa de la Supercopa de España ante el Valencia. La ilusión, como en todos los inicios, vuelve a ser grande pero, una vez más, hay que ser realistas y no soñar imposibles. A partir de ahí, todo lo que se pueda conseguir de más --como el año pasado con la Copa del Rey-- bienvenido sea. Con esa premisa, lo que es evidente es que este año se ha dado un paso adelante a la hora de formar bloque. Víctor Muñoz --que en esta ocasión ya inicia la temporada-- ha conseguido fortalecer físicamente a un equipo que tiene más poso que la temporada pasada y que ya no tiene a jugadores inexpertos en Primera como el año anterior. Buena falta hará esa fortaleza porque este año se afronta, además de la Supercopa, una nueva competición, la europea, en la que habría que intentar no ser fugaces. El Zaragoza sigue contando con muchos hombres clave, pero la incorporación de Movilla, Oscar, Aranzabal, Luis García y Javi Moreno amplía la plantilla --no había banquillo-- y debe dar mordiente. Quizás sigue habiendo pocos hombre gol pero hay que confiar en que Villa pueda congeniar con Oscar. Es hora de empezar a ver los frutos. Y, sobre todo, de olvidarse de los apuros de otros años.