Las ollas de cocina llevan una válvula para descargar la presión. Este artículo pretende ser una válvula. Las letrinas de la corrupción se han inflamado de gases tóxicos y provocan en los contribuyentes irritación, cabreos y leche agria. Si además usted está haciendo la declaración de la renta, puede tener el deseo irreprimible de arrojar el ordenador por la ventana. Y no es cuestión. Se ha demostrado que por cada exabrupto que suelta un individuo disminuye el cortisol y la adrenalina. Si el bufido va acompañado de un puñetazo en la mesa (ojo, en la mesa; no en el teclado) la descompresión aumenta. Para evitar daños a los niños, propongo tacos extraídos de los tebeos de mi infancia. Usted puede sustituirlos por sonoros juramentos.

Están robando a puñados de lo público con un cinismo zafio. Y además hacen ostentación, como la bodega de Blesa en Caja Madrid, cuyo agujero tapamos entre todos: vegas sicilia a tutiplén. El bodeguero aseguraba que «se les caía el pelo de la dehesa». Qué bonito. Y no se les caía la cara de vergüenza. ¡Cáspita! Las conversaciones captadas por la UCO son esperpénticas. Vamos con algunos ejemplos. El amiguito del alma a su mujer: «Yo hago esto solamente por pasta, por pasta». ¡Córcholis! Ignacio González: «Compraron una sociedad que no valía ni treinta millones por cien. Y dije, reventamos esto y es un escandalazo o tratamos de arreglarlo». ¡Resopla! El mismo González: «Vamos a ver, Eduardo, tenemos el Gobierno, el ministerio de Justicia y, escucha, tenemos a un juez que está provisional. Tú lo asciendes...Yo le digo: a ver, venga usted pacá. ¿Cuál es la plaza que le toca? ¿Onteniente? ¡A tomar por culo a Onteniente!» (Esta expresión no salía en El Capitán Trueno). A veces los mensajes son obscenos, como: «Luis, lo entiendo. Sé fuerte». De Luis se sabía que tenía una fortuna en Suiza y casita en Baqueira. ¡Caracoles! En otras, los hechos son pornográficos, de la pornografía escatológica que en vez de ponerte te quita, como Rato blanqueando dinero siendo ministro y director del FMI. ¡Mecachis! A veces se va de la lengua el chófer, verbigracia en el caso de los Eres, cocaína y gin-tonics y a trincar. ¡Diablos! O se cabrean los consuegros, después de que El Palau pagara la boda de la hija de Millet y este le exigiera la mitad al consuegro. ¡Rediez! Las últimas revelaciones del clan Pujol las celebrarán Berlanga y Buñuel allí donde estén: lo de la madre superiora trapricheando con misales para el capellán es insuperable. ¡Por todos los batracios! (Esta la decía Goliath).

Espero que aunque esté salpicado por excreciones fétidas, como cualquier ciudadano de a pie, haya quedado aliviado y con el puño dolorido. A mí se me han ido las ganas de hacer la declaración de la renta. Lo positivo de todo esto es que casos de corrupción han salido a la luz, muchos gracias a los medios, y van encarcelando a los que metieron la mano. Ahora que voy entrando en la segunda inocencia, esa que da por no creer en nada, sigo confiando en los medios de comunicación. Soy adicto a los periódicos; sobre todo en papel, qué antiguo. Algunos pretenden penalizar a los medios que publiquen filtraciones. ¡Por favor! ¡Luz y taquígrafos! Como este artículo deja cierto olor a podrido, procuraré enmendarme. En el próximo le hablaré del amor.

*Escritor