Qué mala costumbre tienen algunos de echar la culpa a los demás cuando se ven rodeados por la justicia, sobre todo cuando pulula por el ambiente la palabra corrupción. ¿Cuántos entonan el mea culpa? Muy pocos. ¿Y cuántos se presentan como víctimas y descargan su ira contra la prensa cuando sienten que Hacienda les mira de frente? Bastantes. La última en descargar su nerviosismo contra los micrófonos ha sido la mujer del exMolt Honorable President de la Generalitat. A Marta Ferrusola no le gusta que los periodistas que cubren los tejemanejes fiscales de su familia le hagan preguntas. Hasta el punto de que no le ha temblado la voz para descalificar a un compañero. Le preguntaba si su marido iría a dar explicaciones al Parlament de Cataluña sobre las cuentas con millones de euros que tenía en Andorra. Ferrusola opta por no responder. Levanta la mirada, y le indica al periodista que se dé media vuelta y se vaya "a la mierda". Así, sin más. Como si los medios de comunicación fueran los culpables de que el fisco les esté pisando los talones. Quizá alguno pensará que es así, pero quien realmente ha ocultado fondos fuera del país no han sido ni los micrófonos ni las portadas de algunos periódicos. Ha sido Jordi Pujol, tal y como ha reconocido.

La actitud de la señora Ferrusola no va a sentar cátedra. Hace no tanto, el 17 de febrero del año pasado, Luis Bárcenas también le dedicó un gesto cariñoso a la prensa. Las cámaras le pillaron en el aeropuerto de Barajas cuando regresaba de un viaje de ocio y relax a Canadá, justo en los días en los que el juez Pablo Ruz había detectado más dinero del extesorero en cuentas helvéticas. No abrió la boca, pero sí alzó su dedo y dedicó a todos los presentes una bonita e inolvidable peineta. Hay informaciones que incomodan hasta a la hermana del Rey Don Juan Carlos. Doña Pilar de Borbón ha llegado a culpar a la prensa de "organizar" la "polémica" del caso Urdangarin. "Nadie es culpable hasta que los jueces lo digan. Hasta entonces, ¡a callar!", sentenció. Cargar contra la prensa por el mero hecho de preguntar es más común de lo que imaginan. El 27 de enero, el ministro de Economía Luis de Guindos mandó "a tomar por culo", literal, a un periodista minutos antes de una reunión del Eurogrupo. Y eso que sólo le preguntó si tenía pensado tocar los impuestos de los carburantes. Pidió perdón inmediatamente, algo que todavía no ha hecho el ministro eslovaco que en las pasadas elecciones europeas acusó a los periodistas de su país de la altísima abstención. La participación rozó el 13%, y eso fue debido "a la continua falta de interés de los medios". Digo yo que alguna culpa tendrán los políticos . Es un intento de darle la vuelta a la palabra prensa. De decir asnerp para cambiar el sentido de las cosas. Periodista