Donde dije digo, digo Diego. No creo que haya mejor refrán para explicar lo acontecido en el planeta, con la administración de la británica Astrazeneca. Así es como están obrando los países europeos en las últimas semanas-meses. ¿Esquizofrenia colectiva? ¿Cuál es la razón de la mala prensa de esta vacuna, la única hasta el momento que ha realizado todo el proceso de elaboración en Europa y la tercera en recibir el ok de la comunidad científica, tras la Pfizer y Moderna, además de ser la más barata y la única que se vende a precio coste, sin beneficios? ¿Son los efectos secundarios registrados la verdadera causa de su desprestigio? La OMS aseguró, hace menos de un mes, que no había razón alguna para dejar de usarla, que era totalmente segura. La Agencia Europea del Medicamento ratificó la postura, pero aún así hubo varios países europeos (Dinamarca, Islandia, Noruega o Bulgaria), que dijeron no. Pasó de ser válida e idónea para menores de 50, a en las últimas 48 horas. solo ser aplicable para los grupos de entre 60-65. ¿En qué quedamos? ¿Son verdaderamente motivos médicos los que están prevaleciendo en este continuo cambio de pareceres? Si esto fuera así, tendrían también que salir del mercado muchos otros medicamentos en curso legal, como los anticonceptivos orales, y si el riesgo fuera tan elevado, por qué ponérselas a los mayores de 60. ¿Cuestiones de salubridad de las arcas públicas?, ¿menos pensiones, más plata en la saca?; ¿tal vez intereses económicos de las farmacéuticas?; ¿quizás, motivos geopolíticos? En cualquier caso, lo que sí parece poner de manifiesto el Astrazeneca universo es la necedad política de la UE, que ha sido incapaz de tomar una posición común, lo más coordinada posible sobre AstraZeneca.