El Día del libro volvió a dejar su impronta en las calles de las tres capitales aragonesas donde, como cada año el 23-A, editores, libreros, autores y lectores confluyen en una celebración de mutuo reconocimiento. Aunque el tiempo no acompañara demasiado, los stands recibieron muy buena afluencia de visitantes, atraidos por la numerosa presencia de autores. La promoción del libro tiene y aprovecha en esta fecha una buena campaña comercial.