Parece que no hay forma de reducir sistemáticamente las listas de espera quirúrgicas en Aragón. En el último mes se han disparado hasta alcanzar los 2.650 pacientes en espera desde hace más de seis meses, un 30% más que las registradas en enero. La DGA argumenta que ha sido la falta de anestesistas la que ha ocasionado esta acumulación, ya en vías de recuperación por la contratación de nuevos profesionales. Siempre hay un por qué. Pero la obligación del Departamento de Sanidad es prever sus recursos y dotarlos de forma que contribuyan a la reducción de estas listas, una auténtica rémora en el sistema de salud. No hay una continuidad en la caída de los retrasos quirúrgicos, sino continuos vaivenes.