A su regreso de Macka (Turquía), donde asistió al cálido y sentido homenaje que esa ciudad rindió a las víctimas españolas del accidente del Yak-42, Juan Alberto Belloch entonó un mea culpa por la falta de sensibilidad mostrada desde el Ayuntamiento de Zaragoza que él preside con los militares fallecidos y sus familias. Enmendar los errores es un buen principio, por eso el alcalde va a proponer un homenaje ciudadano a las víctimas aragonesas, que serán recordadas en nuevas calles y una plaza de la ciudad en la que también se levantará un monolito. Será la mejor demostración de que nunca es tarde para corregir errores.