Cualquier huelga es lícita y puede ser entendible que los trabajadores busquen momentos cruciales para sus conflictos. Pero que Javier Anadón, presidente del comité de Avanza Zaragoza y líder sindical del CUT, logre poner en jaque un año tras otro al ayuntamiento con los paros del transporte público coincidiendo con el Pilar parece ya algo enfermizo y desestabilizador. Que a pocos días del inicio de las fiestas, aún no esté claro qué pasará con buses y tranvía es una irresponsabilidad para los sindicalistas, pero también para los políticos que siguen gestionando mal este área.