Aragón es tierra de surrealismo y milagros; a pesar de ello, imagino que el personal andará estos días asombrado y perplejo ante algunas declaraciones. Los del PP se han descolgado reclamando cuanto negaban semanas atrás, cuando mandaban en el gobierno de España. Liberados de la ciega y vasalla obediencia al poder, se han liado la manta de las reivindicaciones a la cabeza y piden que pase el AVE por Teruel, que la autovía mudéjar se acerque a Daroca y cuanto sea menester. Por el contrario, los socialistas, que hace un mes apoyaban y firmaban cualquier reivindicación que les diera un voto, alegan ahora que es difícil que el AVE circule por Teruel o que la autovía se acerque a Daroca, pues, en palabras del consejero de Ordenación del Territorio, "el cambio de proyecto retrasaría la obra unos cinco años". Bueno, dejando de lado que no creo que hubiera tal retraso, lo que sí retrasaría, no cinco años sino muchos decenios, el progreso de Teruel y de Daroca es que esas dos importantísimas infraestructuras de comunicaciones se dejaran tal como están planeadas. Da la impresión de que este consejero, que no mueve demasiados dedos para que Aragón se "ordene" adecuadamente, no quiere saber nada del asunto. ¡Qué distinto del consejero del ramo en Cataluña, que logró que el AVE pase por las cuatro capitales provinciales! A lo que parece, aquí sólo importa inaugurar obras, aunque estén mal hechas y perjudiquen a muchos ciudadanos; ¡ah!, y no molestar a los que mandan en Madrid. ¡Dónde habrá quedado el sentido común!

*Profesor de Universidad y escritor