Ha sido un proyecto tan olvidado, cuando no vilipendiado por los sucesivos gobiernos de Madrid, que cuesta creer que el anuncio de un trámite decisivo para el desdoblamiento de la N-232 entre El Burgo y Fuentes sea verosímil. Pero sí; resulta que el ministro De la Serna cumple con Aragón y ratifica desde el boletín oficial sus recientes promesas de que la N-232 acabará siendo autovía en su tramo aragonés por las provincias de Zaragoza y de Teruel. Parece que el titular de Fomento ha tomado al fin conciencia de los problemas de seguridad y siniestralidad de esta vía estretégica.