La ecuación funciona casi siempre: si hay un buen servicio crece la demanda. Es lo que ha pasado con la línea del AVE Madrid-Zaragoza, que en los seis primeros meses de servicio atrajo a un 40% más de viajeros de los que se movieron en el mismo periodo del año pasado por la línea convencional. El viaje en tren es bastante más caro que antes, lo que ha llevado a muchos viajeros del tren convencional hacia los autobuses interurbanos. Pero también es más rápido y más cómodo, lo que ha llevado a la alta velocidad a muchos conductores que utilizaban la autovía. Si el servicio estuviera al cien por cien, la dicha de los pasajeros sería completa.