La llegada de un astronauta al Gobierno puede poner en órbita la investigación en España, o al menos eso piensan los que confían en que Pedro Duque sea capaz de reactivar un sector clave para cualquier país adelantado. España, con su enorme talento, se ha visto obligada tradicionalmente a exportar técnicos, ya que no tecnología. Si eso cambia, si nuestros ingenieros y biólogos encuentran en casa laboratorios y empresas aplicadas a sus propuestas de innovación y desarrollo, habremos avanzado considerablemente.

Para hacerse una idea bastante exacta del panorama del investigador en las Universidades españolas y extranjeras resulta muy recomendable la lectura de Akademeia, la primera novela de Jesús Santamaría publicada por la editorial Los libros del gato negro, pilotada con magníficas intenciones y alentadores resultados por Marina Heredia.

La novela, escrita con gran agilidad y destreza, con un lenguaje que, aún redundando en cuestiones técnicas, resulta muy asequible al gran público, describe la vida diaria, los hechos cotidianos de un pequeño grupo de investigadores españoles, sus esperanzas y sueños, su metodología de trabajo y el ambiente universitario en el que se mueven a diario, entre sus clases, los laboratorios y la política interna de sus departamentos, absolutamente clave en su devenir profesional.

Serán esas intrigas, lealtades y traiciones, esa lucha por el poder, en definitiva, las que aportarán a la trama su esencia más novelesca, preparando poco a poco el terreno, abonándolo con información e ironía, de cara a hacer derivar el nudo argumental hacia una trepidante serie de situaciones más propias de la novela policíaca o del thriller, en cuyo marco Akademeia puede y debe inscribirse con todos los honores.

Jesús Santamaría sabe bien de qué habla. Es catedrático de Ingeniería Química en la Universidad de Zaragoza e investigador avezado. Su experiencia profesional le ha llevado a varias estancias post-doctorales en Inglaterra y en Estados Unidos, en el famoso MIT, concretamente, un prestigioso centro que tiene bastante protagonismo en una novela a buen seguro enriquecida por experiencias autobiográficas.

¿Cómo asesina un científico? ¿Está mejor dotado para el asesinato que una persona corriente? El autor resuelve esta duda en una ficción que nos hace disfrutar.H