La amplia delegación aragonesa que ayer viajó a París para apoyar la candidatura de Zaragoza a la Expo de 2008 no empezó la jornada con buen pie, pues la niebla que envolvía la capital francesa obligó a retrasar el vuelo más de hora y media. En el interior del avión, sin embargo, se dieron todos los elementos para hacer grata la espera, pues la tripulación del aparato (que pertenece a una compañía italiana) era francesa y se deshizo en atenciones, empezando por el piloto que deseó a los aragoneses mucha suerte hoy en París.