Da mucho que pensar que un partido tan antiinmigrante como Vox acepte de buena gana dinero de la inmigración. De la inmigración islámica, para ser más exactos. Y retuerce cualquier pensamiento racional que un partido tan pro derechos humanos, feminista y antixenófobo como Podemos haya sido financiado por un régimen brutal que ejecuta a los homosexuales y considera a las mujeres elementos de tercer orden. Y sí, detrás de ambos partidos hay, o ha habido, mucho dinero de ¡Irán! Con distinta fortuna, todo hay que decirlo. Vox, que recibió 800.000 euros del Consejo Nacional de Resistencia Iraní para las elecciones europeas de 2014, no logró escaño. Vidal-Quadras, su candidato, se quedó a dos velas. Sin embargo Podemos, que se financió a través de la TV iraní, logró cinco. Sin ese dinero habría sido imposible tamaño logro. Lo dijo en la Comisión de Financiación de Partidos Políticos del Senado el propietario de la tele que emitía los programas de Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero, La Tuerka y Fort Apache, respectivamente. «Quien haga política tiene que estar dispuesto a cabalgar contradicciones y nosotros a asumirlas», dijo Iglesias sin ningún rubor. Pero Abascal se hace el estrecho: «Nos llegan donaciones de personas que pueden ser extranjeras». Sí, nada menos que de un movimiento iraní, de origen marxista, que figura en la lista de grupos terroristas tras un atentado con 70 muertos. Cayó de la lista europea gracias a los buenos oficios de Vidal-Quadras. No me digan que no tiene guasa empezar la Reconquista con dinero de infieles. H *Periodista