La convocatoria por parte de la Diputación Provincial de Zaragoza de un plan de ayudas para las emprendedoras en los municipios es una iniciativa dirigida a frenar la despoblación. La dotación, de 6.000 euros por empresa, no debe considerarse como la panacea a una situación compleja y de resolución multidiversa, pero sí que forma parte del conjunto de propuestas desde todas las Administraciones que deben confluir en el horizonte de mantener y, recuperar donde se pueda, la población rural. Y la especificidad de la orientación a las mujeres es un acicate para un colectivo más vulnerable, si cabe, en la proyección económica de los pequeños municipios. Granos de arena que suman al montón.