Mientras los agricultores aragoneses se movilizaban ayer en La Almunia y Fraga con actos simbólicos destruyendo parte de la cosecha de fruta en demanda de ayudas europeas por las graves afecciones para el sector hortofrutícola por el veto ruso, la Comisión Europea daba la cifra que propone como compensación: 125 millones de euros. Nada más conocerse, los productores ya la calificaron de exigua y reclaman, además, rapidez y concreción en las medidas. Temen que el exceso de oferta (que no se puede exportar a Rusia) repercuta a la baja en los precios, una posibilidad que --denuncian-- beneficiaría a la gran distribución. Por su parte, los distribuidores proponen que se aumente el consumo interior para compensar el excedente generado. La solución debe afinarse entre todos, sin que nadie haga su agosto.