En el plan económico que Price Waterhouse ha elaborado para sanear las finanzas del Ayuntamiento de Zaragoza indica claramente que la solución pasa por subir la contribución urbana un 43% y vender enormes proporciones de suelo público, pero no hace la más mínima mención a cualquier ahorro de gasto corriente o de personal. Se entendería que si no lo recomienda es porque el gasto es equitativo y la gestión administrativa está bien como está, pero la sorpresa es mayúscula cuando se estudia el informe, al que ha tenido acceso EL PERIODICO. Para elaborarlo, la consultora ha estudiado el comportamiento económico de otros ayuntamientos de referencia, y el análisis no puede ser más negativo para el zaragozano, que se ahoga en su propio gasto diario por culpa de una gestión a la que dedica el doble que el Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo. La gran duda es si porque los funcionarios madrileños son menos y trabajan más y mejor.