Aznar va a dejar el trasvase del Ebro atado y bien atado de forma que no quede nada al azar ni a un hipotético repliegue del Gobierno que le suceda. Ayer, tal y como adelantó EL PERIODICO, el Consejo de Ministros licitó la compra de los 550 kilómetros de tuberías y válvulas necesarios para trasvasar el Ebro. También autorizó la contratación de la asistencia técnica para tener controlada la fabricación de los materiales, la comprobación de que cumplen los máximos exigidos de calidad y la seguridad de que el suministro esté garantizado en todo momento para que no se interrumpan ni se retrasen las obras. La premura y la precisión con la que se están dando los primeros pasos del trasvase sienta un impresionante precedente en la historia de las obras hidráulicas en España. Ninguna de las obras del Pacto del Agua de Aragón, absolutamente ninguna, mantiene una comparación en tiempo y forma con el megaproyecto del Gobierno de Aznar sobre el Ebro.