Ccomo prueba de su entendimiento y de su voluntad de mantener en el futuro la estabilidad del gobierno municipal de Zaragoza, el alcalde Belloch (PSOE) y el teniente de alcalde Gaspar (CHA) protagonizaron ayer una rueda de prensa conjunta en la que hicieron al alimón el balance de su primer año de gestión. Fue un acto en el que el optimismo de los dos dirigentes políticos rayó en la autocomplacencia. Para ambos, estos primeros trescientos sesenta y cinco días de mandato han sido fructíferos y casi perfectos. La hacienda municipal, el urbanismo, los servicios sociales, las acciones en el exterior... todo ha ido de maravilla. Y todavía se guardan la Expo como un último y definitivo as irrebatible.

Es cierto que los actuales gobernantes de la capital aragonesa han logrado una comprensión mutua (entre PSOE y CHA) que pocos podían vaticinar hace un año. El equipo se ha ido compactando y paulatinamente va pasando a la acción y tomando iniciativas. Sin embargo, la ciudad sigue soportando múltiples problemas cuya solución aún se desconoce y alguno de los logros que ya se exhiben como realidades palpables todavía tiene que redondearse. Vamos por buen camino, pero queda mucho por hacer.