El avance de los indicadores económicos no se ha traducido de manera acompasada en una reducción significativa de los indicadores de pobreza y desigualdad social. Así de tajante resume Cáritas el balance de la atención en la provincia de Zaragoza, que alcanzó el pasado año a 12.000 personas. Las tasas de paro de larga duración y los hogares sin ingresos apenas disminuyen y esa casuística deja en el camino de la necesidad a demasiadas personas.