Eduardo Bandrés, el que fuera presidente del Real Zaragoza, el ejecutivo socialista elegido por el mayor accionista de la sociedad para pilotar económicamente la nave zaragocista, ya no habla bien de Agapito Iglesias. Cuentan que más de uno le ha sorprendido en los últimos meses criticando sus actuaciones y exigiéndole que abandone de una vez el primer club de Aragón. Dicen que se ha dado cuenta que su etapa no ha sido nada buena para el Zaragoza.