El pleno del Ayuntamiento de Zaragoza vivió ayer momentos de gran confusión, con muchas idas y venidas por culpa de una papela que se pasaba de mano en mano. Era una copia del decreto firmado por José Angel Biel, por el que la DGA autorizaba a los cafés y bares a abrir la próxima madrugada hasta las cinco de la mañana, aunque alguien leyó mal y dijo que el permiso era para todos los fines de semana. Lo que de verdad causó alboroto fue la difusión del decreto, que llegó al Ayuntamiento a través de los cafés y bares, vía Policía Municipal.