Titulares de la jornada. Participación histórica, casi un 76%, la más alta en España desde 1996. Estamos de enhorabuena. La inestabilidad de los últimos años ha hecho mella en la ciudadanía.

Pero lo mejor y lo más jugoso a nivel de resultados: la caída de los partidos que en los últimos tiempos se erigen como los representantes de la derecha y la izquierda de este país; PP y Podemos. Batacazo para los Pablos y encumbramiento para súper Pedro que ha conseguido una doble victoria, legitimar su liderazgo interno en el PSOE y su batuta política como presidente electo de España, tapando con ello la boca de los muchos que le tildaban de golpista.

El otro gran triunfador de la jornada: Ciudadanos, que ha superado al PP en porcentaje de votos, no solo en Aragón sino en otras comunidades y en las grandes capitales españolas, y que ha dejado por detrás de ellos y en un cuarto lugar a Unidas Podemos, que se ha quedado con el rabo entre las piernas, algo previsible después de sus continuadas cagadas e incoherencias supinas.

Queda mencionar a los temidos Vox, que logran representación con 24 diputados (gracias al sector radical de los populares que se han cansado de tanto mamarracheo adolescente), aunque en algunos territorios como el aragonés estén algo frustrados por no haber alcanzado lo vaticinado por las encuestas. ¿Cómo se concretará esto en la composición del nuevo gobierno? Habrá que esperar a los resultados del 26-M para que los pactos de gobierno se definan. ¿Será finalmente un gobierno de coalición de izquierdas con Podemos, como le encantaría a Iglesias, o será un gobierno de centro izquierda PSOE-Cs? «Con Rivera, no», gritan en Ferraz. También Rivera va de esa cuerda de no pacto con el PSOE. Déjense de cordones sanitarios, de un lado y otro, y piensen en la estabilidad y en el futuro de España.