La puesta en marcha de la Ley de Grandes Ciudades ha reactivado la crisis que permanecía larvada en el seno del grupo municipal socialista de Zaragoza. Las diferencias entre el alcalde, Juan Alberto Belloch, y su primer teniente de alcalde, Carlos Pérez Anadón, han llegado a un nivel de desencuentro que amenaza con desestabilizar el funcionamiento del Ayuntamiento. El desencadenante de la grave crisis ha sido la ruptura por parte del alcalde del acuerdo firmado y rubricado para formar la candidatura al ayuntamiento, un acuerdo que abolió de un plumazo las primarias que fácilmente habría ganado Pérez Anadón, al no disponer Belloch de apoyos en el partido. Además de ralentizar aún más la gestión municipal, la crisis rompe el equipo socialista, lo que se dejará sentir también en el partido que, paso a paso, se encamina hacia los viejos tiempos, esos tiempos que los electores tanto han despreciado en comicios anteriores.