Dos de los proyectos municipales en los que más había incidido Izquierda Unida, las reformas de la antigua Harinera de San José y del caserón del antiguo Instituto Luis Buñuel, se han quedado en el tintero. El alcalde Belloch no ha tardado en devolver a la formación de izquierdas su afrenta presupuestaria, después de que decidiera no apoyar las cuentas del ayuntamiento para el año que viene. Por más que IU se haga la ofendida y que denuncie una "falta de respeto político" es evidente que el desencuentro es perjudicial para todos. Hay tiempo de retomar el entendimiento.