El PAR es una olla en plena ebullición. Al presidente, José Ángel Biel, no paran de llegarle peticiones para que se celebre el congreso cuanto antes y le exigen que sea plenamente de regeneración y sin injerencias en el proceso de cambio. El domingo fueron los jóvenes del Rolde Choben y ayer un nutrido grupo de militantes cualificados. Pero poco se mueve en la cabeza del partido. Hace mal Biel en prolongar un proceso que es irremediable. El PAR necesita cargar las pilas para tener la confianza de los ciudadanos. Ahora está en parada técnica.