Navarra, La Rioja, Madrid, Murcia y Aragón son las cinco comunidades autónomas más complicadas para formar gobiernos regionales después de las elecciones del 26-M. Los pactos están bloqueando la situación y en algunos casos se divisa incluso una repetición de los comicios. Siempre se dice que sería un fracaso de los políticos, y es verdad, porque ellos son los responsables de gestionar lo que los ciudadanos han querido elegir, pero en el caso de Aragón no se sabe si sería la solución al desbloqueo, pero, en cualquier caso, sí sería alargar durante unos meses más el parón de gestión que vivimos durante todo este año. No es que el Gobierno, ahora en funciones, de Javier Lambán, no gestione el día a día, que lo hace, pero hace falta algo más. Son necesarios unos impulsos y una confianza política que ahora no se pueden dar. Y además, las elecciones, de repetirse, coincidirían con las fiestas del Pilar, allá por el 13 de octubre. Un desastre que ojalá no se haga realidad.

Lambán ya es candidato, y tras su habilidad para pactar con el PAR un acuerdo que pasa porque Arturo Aliaga sea consejero de Industria, ha sabido amarrar a su socio de los últimos cuatro años, CHA, con lo que José Luis Soro también tiene adjudicada una consejería como la que desempeña todavía en funciones. Puede ser difícil pensar en que los dos partidos aragonesistas, con tantas diferencias políticas, estén juntos gobernando, pero los 30 diputados que suman los dos partidos junto con el PSOE es la única oportunidad de que el Gobierno de Aragón siga teniendo un toque de izquierda. Moderada y centrada, pero de izquierda.

No habrá subida de impuestos, habrá que tener temple con la educación concertada, y con temas de obras hidráulicas, pero Podemos sabe que el PAR no solo no puede ser un obstáculo para la investidura de Lambán, sino una oportunidad para todos los partidos involucrados. También para la izquierda. En privado, desde la cúpula de Podemos Aragón se afirma que es difícil encajar todas estas piezas para el PAR y para ellos, pero también se dice que todos están convencidos que tienen que estar ahí. E incluso los morados asumen que el PAR sea el dichoso «clavico del abanico» y que debe tener, por lo mismo, un plus de calidad.

Lo de estar en el Gobierno, el meollo de la cuestión, es lo que alarga la llegada del acuerdo. Dicen en Podemos que Lambán va a firmar cualquier acuerdo, cualquier medida política escrita en unos documentos para poder ser investido presidente y eso no quiere el partido de Nacho Escartín. Lo que quieren es tener herramientas para cabalgar entre todas las contradicciones que puedan surgir en la futura DGA, meterse en el barro político y gestionar.

Pero hay muchas herramientas políticas fuera del Consejo de Gobierno para poder gestionar partes importantes del Ejecutivo. Se habla de una especie de coordinación de los servicios sociales de Aragón, una parcela con un alto presupuesto y que encajaría perfectamente en los instrumentos políticos que le gustan a Podemos. O institutos como el de la Mujer, que gestiona mucho y además desde el que se tiene una gran visibilidad. Y otros espacios distintos desde donde la acción de gobierno es vital, como las empresas públicas. Y no sentarse en esa mesa del Consejo de Gobierno, para nada es darle gratis la investidura a nadie.

En Aragón hace falta ya desatascar la investidura para que el Gobierno se ponga a trabajar y empiece a gestionar y a redactar unos presupuestos, pues no hay que olvidar que este año se han tenido que prorrogar los del ejercicio anterior. Muchas son las voces que intentan mediar y que consideran que es la mejor solución tras el 26-M. Incluso algunos empresarios.

Y lo que no hay que pensar es que desde Podemos se quiere alargar la negociación para ver cómo queda la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno de España. Lo de Aragón nada tiene que ver con lo nacional. Los planos son totalmente distintos, e incluso no hay que olvidar que hasta los dirigentes de Podemos en Aragón no están precisamente con mucha sintonía con Pablo Iglesias, Irene Montero y Pablo Echenique. Tiene tiempo el presidente de las Cortes, Javier Sada, para poder convocar el debate de investidura de Lambán antes del 22 de julio. Sería lo mejor para una comunidad que en los últimos años ha pegado un salto en muchas cuestiones, sobre todo sociales, y que sin presupuestos y con Gobierno en funciones viene justo para mantener lo que hay.

nespada@aragon.elperiodico.com