El fútbol es un deporte de equipo que necesita individualidades. El Real Zaragoza son todos, desde Natxo González hasta el menos importante de los jugadores. El resultado final de una temporada sale de la suma de cada uno de ellos, detalle a detalle. Ningún futbolista es nadie sin el esfuerzo de sus compañeros. Eso sí, hay unos más importantes que otros. Cristian, Borja y Eguaras son los tres más diferenciales del Zaragoza, los motores que han revolucionado el rendimiento y los que elevan el nivel hasta el escalón superior.

El ascenso pasa por sus botas. El Zaragoza los necesita. A estas alturas es normal que los rivales preparen telas de araña en las que enmarañar a los mejores activos del equipo y dificultar el proceso. Es el momento de todos. De La Romareda, de los mejores jugadores del Zaragoza y de que aparezca el resto, uno hoy, otro mañana. Que aparezcan Pombo, Papu o Buff. Que aparezca el Lasure de Soria, el mejor Benito, los goles de Toquero, alguna falta de Zapater, Guti... Que ahora, en el momento clave, estén todos.