Cumplimos 40 días de confinamiento, con un vicepresidente Iglesias, pidiendo disculpas, dando las gracias «a los niños y niñas de este país por su esfuerzo, fundamental, en la lucha contra el Coronavirus», y solicitando el aplauso de este domingo para ellos. «Rectificar es de sabios», dice el refrán. «Este gobierno escucha», apuntaba Illa. Escuchen, señor@s, el clamor del pueblo español. «Marineros, soldados, solteros, casados, amantes, andantes y alguno que otro cura despiesta’o; entre gritos y pitos, los españolitos, enormes, bajitos, hacemos por una vez, algo a la vez», como dice la famosa canción de Mecano, esa que narra el momento último del año en el que todos brindamos y tomamos las uvas juntos.

Hoy, ese brindis es diario. A las 20.00h, en nuestros balcones, con aplausos, bocinas, gritos eufóricos y canciones homenaje, brindamos por el esfuerzo y la entrega de todos los compatriotas que luchan por sacar a España de esta grave crisis (sanitarios, cuerpos de seguridad, bomberos, cajeros, repartidores, docentes y un largo etcétera de profesionales-personas honorables). En definitiva, hombres y mujeres de este gran país, que demuestran con hechos, su responsabilidad, su compromiso, su solidaridad, su EJEMPLARIDAD, como individuos y como sociedad.

Tomen nota, dirigentes y ciudadanos de países vecinos, que critican sin conocer, y no predican, precisamente, con el ejemplo. Pero, háganlo ustedes, clase política española, que no se quieren enterar de cuál es la auténtica MARCA ESPAÑA. Unos, dejen de fastidiar porque sí, pues somos todos parte de un ADN ejemplar. Otros, sean empáticos y empiecen a confiar en sus ciudadanos, que necesitan conocer la hoja de ruta clara, ya. Nos lo merecemos.

* Periodista y profesora de Universidad