La RAE define brote como pimpollo o renuevo que empieza a desarrollarse, y brotar como empezar a manifestarse.

Llevábamos una buena temporada asociando el brote a conceptos no sanitarios, con la moda del veganismo hemos visto los estantes de los supermercados repletos de nuevos brotes para llevarse a la boca, de soja, de alfalfa, de lenteja. También en economía, el Presidente Rodríguez Zapatero acuñó los brotes verdes para definir los primeros indicios de la salida de la crisis económica.

Pero la covid-19 nos ha recordado que brote es ante todo la manifestación, el desarrollo de aspectos negativos para nuestra salud como lo han sido los brotes de salmonela, de tuberculosis…. y tantas y tantas enfermedades que por suerte casi nunca nos han dejado en casa aunque se hayan llevado muchas vidas por delante.

Cada brote tiene sus características y estos , los que nos acechan en este momento se caracterizan por tener un componente humano importante. Son los brotes de la precariedad, y no tenemos que endemoniar a los propietarios de las fincas agrícolas, pero alguien o algo ,posiblemente no protege lo suficiente a los trabajadores de temporada (los temporeros) y permite que sus condiciones de vida nos recuerden mas a las explotaciones de algodón de hace un par de siglos en EEUU que a la España actual y si metes un virus de por medio , tienes la catástrofe asegurada.

También son los brotes del individualismo, del egoísmo. A mi que me importa que te contagies si yo lo que quiero es divertirme que la vida son dos días. Y así estamos, con egoístas que no llevan mascarilla porque no va con ellos, que organizan fiestecitas y que por norma general son jóvenes, a los que tampoco hay que culpabilizar, pero si educar.

Los que menos me gustan son los brotes del moralismo, los de los grupos humanos que aclaman la vuelta a la humanización de las relaciones, porque ¡con el sufrimiento que llevamos encima como no vamos a demostrar nuestro amor juntándonos!, como si los demás fuéramos el malvado diablo que no quiere a nadie, pues no, el amor en tiempos de pandemia se llama distanciamiento y la suerte que tienes de acceder a internet y los medios telemáticos de reunión.

Desde mi rincón recuerdo mi niñez cuando ante un insulto contestaba, bota, bota y en tu cara explota. Ahora, ante los multiples brotes de covid conocidos digo , brota , brota y explota. ¡Responsabilidad que esto va a explotar!