Luis Solanas

Zaragoza

ECONOMÍA

Ahora mismo, el marco económico crucial para salvar la crisis se traslada a Bruselas, donde se debe aprobar un presupuesto para 2021 que pueda ser capaz de reconstruir la maltrecha economía como consecuencia de la pandemia.

Es una buena oportunidad, yo diría que casi única, para comprobar si la UE es de verdad esa unión de estados que rema en la misma dirección y aspira a un equilibrio en la zona, que sería a mi modesto entender, el logro de un futuro con certidumbre.

De lo contrario, si solo aspiramos a un sálvese quien pueda las consecuencias podrían ser francamente negativas y estaríamos ante la crónica de una muerte anunciada.

Es importante que la zona euro, a través del Banco Central Europeo y la solidaridad de los países del norte, dé un ejemplo al mundo de que unidos es más fácil y más rápido remontar crisis cíclicas económicas y seguir manteniendo la hegemonía, que de lo contrario aprovecharían otros.

En un sistema macroeconómico global los buitres financieros acuden a la carroña de una forma inmisericorde, es por eso que debemos taponar la hemorragia antes de desangrarnos.

Bruselas tienen la solución. Aún diría más, Bruselas es la solución.