La compañía BSH, que dirige José Longás, ha puesto en marcha una nueva nave de cocinas de inducción en una ampliación de su factoría en Montaña, referente de la actividad de la antigua Balay en Aragón. Un proyecto de transformación que supone la inversión de 80 millones de euros que culminará el próximo año. La compañía, que mantiene casi el 50% de cuota de mercado internacional en este producto, centrará su actividad en los aparatos de cocción. Una propuesta basada en la I+D, que como afirma Longás, es el salvavivas de la firma para no deslocalizarse.