Los datos relativos a las víctimas mortales en la carretera en el 2013 son, tanto en Aragón como en España, los mejores de todos los tiempos, incluso en cifras absolutas y teniendo en cuenta el muy considerable aumento del parque de vehículos y de la movilidad. Un 13% menos de fallecidos nos habla de un continuo descenso en el último decenio, fruto de las medidas de todas las administraciones. Los controles, los radares, el carnet por puntos, las restricciones de velocidad, la ampliación de supuestos delictivos en el Código Penal, las mejoras en las carreteras y la publicidad informativa o intimidatoria han sido acciones decisivas, a las que hay que añadir las mayores prestaciones en seguridad de los vehículos y la toma de conciencia de los conductores. Aun así, el balance no puede ser radicalmente optimista. Siguen aumentando las víctimas entre los motoristas y los menores, la tendencia del último semestre es negativa y preocupa el envejecimiento de los coches por la crisis. Cumplidos los objetivos europeos, el reto del nuevo Plan Estratégico de Seguridad Viaria es llegar al 2020 con una reducción del 50% en relación al 2010. Ojalá.