Los jueves por la noche en la 2 se emiten dos series que contradicen a los que afirman que en televisión no hay más que basura: A dos metros bajo tierra y El ala oeste . En esta última Martin Sheen interpreta a Joshua Bartlet, un ficticio presidente de los EEUU. Sheen es lo que llaman un liberal (aquí sería un progre ) y su personaje ejemplifica lo que los izquierdistas de Hoollywood consideran un buen gobernante, o sea, lo contrario de lo que realmente tienen. Bartlet es un buen hombre, un político íntegro que antepone sus principios a sus intereses electorales, alguien capaz de enfrentarse, en aras del bien común, a los grupos de presión que dominan los resortes del poder. Está rodeado de un grupo de personas inteligentes y trabajadoras, que lejos de caer en la adulación, no dudan en expresar sus opiniones libremente e incluso de polemizar con su presidente. En esta época de resaca electoral en la que prosperan las quinielas sobre los futuros ministros, por una vez a uno le gustaría que la realidad española se pareciera a la ficción americana. También estaría muy bien que los electores yankees nos copiaran y, puestos a pedir, que nos sigan cuanto antes en Israel.

*Músico y gestor cultural