Que Pablo Echenique y Susana Sumelzo hayan entrado en los equipos negociadores para los pactos entre Podemos y PSOE es una buena noticia. Las tensiones de la legislatura, tanto en el parlamento regional como en el Ayuntamiento de Zaragoza, son perjudiciales no solo para los intereses puntuales de cada partido, sino para unos ciudadanos que no pueden entender por qué falta tanto diálogo, necesario para una gestión eficiente de los recursos disponibles.