Los jugadores del Real Zaragoza han rememorado muchas veces el partido de la Copa del Rey, en el que ganaron merecidamente al Real Madrid. Lo han visto una y mil veces y han comentado juntos los goles propios y los ajenos, las faltas propias y las que sufrieron. Todo. Y todos coinciden en afirmar que en el último minuto de la prórroga, cuando llevaban jugados 119 minutos más los añadidos, Beckham seguía embriagándoles con su perfume. Se había entregado a fondo y había sudado la camiseta, pero su piel seguía emanando buen olor.