El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, y el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, demostraron ayer tener una buena sintonía en la comisión bilateral entre ambas administraciones. Ahora falta que la percepción de que ambos gobiernos, aunque sean de signo opuesto, se llevan bien se materialice en los acuerdos de una bilateral que aparcó el tema complejo de La Romareda y que debe plasmarse en concreciones para cerrar asuntos que se dilatan en el tiempo.