El mismo día que el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, garantizaba el cumplimiento de sus compromisos inversores con Aragón un responsable de Adif trataba con semejante displicencia las mejoras que se realizan en el eje ferroviario que une Zaragoza y Valencia con Teruel que nadie diría que existen esas instrucciones de dar un empujón a las infraestructuras aragonesas. Aragón merece un trato inversor justo y, sobre todo, respetuoso.