Ebrópolis acaba de fallar su Premio a las Buenas Prácticas Ciudadanas. Empresas de economía social, asociaciones vecinales con múltiples y magníficos proyectos, grupos de autoapoyo relacionados con distintas enfermedades, colegios preocupados por el medio ambiente, asociaciones y colegios empeñados en recibir bien a los inmigrantes, institutos donde se desarrollan programas educativos para prevenir los malos tratos a las mujeres, ludotecas... Todos ellos merecen el premio y, al menos, la atención ciudadana. Está bien denunciar lo que funciona mal, pero es imprescindible señalar y publicitar lo que funciona bien y convertir en modelo aquello que va excelentemente bien. En esta ciudad hay mucho paisanaje solidario que trabaja por la justicia, por la igualdad y la integración social, por el medioambiente... Y durante años y con absoluta generosidad. No está mal que durante unos días les prestemos atención. Una ciudad importante, como Zaragoza, necesita modernas infraestructuras y muchas más cosas, pero sobre todo ciudadanos y organizaciones que trabajen por la convivencia. El alcalde Belloch, el rector Pétriz y los patrocinadores del premio les han homenajeado. Un poquito de atención, por favor.

*Profesor de Universidad