El presidente de Renfe, Julio Gómez Pomar, causó ayer una muy buena sensación en su conferencia pronunciada en Zaragoza. Fue explícito con la situación en la que se encuentra la línea Teruel-Canfranc y, de facto, abrió la puerta a que Aragón pueda reivindicar con más fuerza inversiones del Estado para sumodernización. Renfe está dispuesta a mejorar servicios, pero solo podrá hacerlo si se renuevan las infraestructuras en las que debe operar.