Organizar el concierto de Metallica no ha sido tarea fácil. Por eso, Rosa Borraz y su eficaz equipo disfrutaron de lo lindo la noche del sábado, contagiados por el buen rock y por la marea negra en que se convirtió La Romareda. Junto a la teniente de alcalde, y con la satisfacción de tener controlado un complejo operativo de seguridad, el superintendente de la Policía Local, Antonio Soriano, y el teniente coronel de la Guardia Civil, José Angel Núñez, también pudieron relajarse un rato. Bajo ellos, 64.000 brazos se agitaban al cielo en una hermosa ceremonia.