La negociación de los Presupuestos de la Comunidad Autónoma de Murcia certifica la implantación de la propuesta de Vox sobre el pin parental que, de hecho, ya se estaba aplicando en los centros educativos de la región desde que comenzó el curso en septiembre.

El argumento utilizado es permitir a las familias educar a sus hijos en libertad, sin imposiciones de ningún tipo, porque parece que la vida futura de estos niños va a ser una arcadia anarquista donde solo disfruten de derechos y de ninguna de las obligaciones requeridas en una vida comunitaria. Una libertad disfrazada en el control y la supervisión de todo el proceso de culturalización del niño para que se adapte sin fisuras a los valores religiosos y de modelo de sociedad que tienen esos padres.

Esta vuelta al absolutismo de Hobbes, pero con terminología de Netflix, aspira a codificar a nuestros hijos no solo con nuestra carga genética, sino con nuestros prejuicios, a aislarlos respecto a los que tienen distinta codificación y a sembrar la desconfianza sobre todas aquellas instituciones que no sean la familiar. Es una exageración decir que algunas propuestas de Vox son medievales, porque se ajustan más al siglo XVII, cuando se defendía que la unidad básica de la formación del Estado no era el individuo sino la familia, y solo a ella se le reconocían sus derechos. El salto que dio la historia con la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano durante la Revolución francesa es un vacío conceptual en sus propuestas de acción.

Lo más peligroso de todo, y hay mucho, es poner en duda la capacidad y la competencia de los docentes para ocuparse de la formación de las generaciones futuras. Si transmites a los niños desconfianza sobre los contenidos de la escuela ¿cómo vas a exigir después el debido comportamiento y observancia en la vida escolar? Sigamos creando pequeños virreyes de una burbuja cómoda y acrítica, que es la semilla perfecta para una sociedad polarizada.

La paternidad no incluye el derecho a la propiedad de las personas, aunque sean menores de edad. La tutela implica la supervisión en el crecimiento autónomo de tus hijos y el reconocimiento de nuestra vida en red, con muchos actores influyendo en la educación.

El respeto a todos, a los principios de libertad y no discriminación, el derecho a la educación integral no pueden ponerse en riesgo por las alianzas políticas de conveniencia. La mancha humana se extiende sin diques efectivos, alguien tendrá que pararla.