Cuenta un aforismo que un historiador escribe un libro para contar lo sucedido, pero que un economista escribe dos: el primero para predecir lo que va a ocurrir y el segundo para explicar por qué no se han cumplido sus previsiones. Ningún ejemplo ilustra mejor este dicho que el de las «burbujas financieras», ya saben, esa práctica que consiste en hinchar hasta la insensatez ciertos productos que luego se pinchan provocando la ruina de los inversores. No es el caso de Burbujas financieras, un clarificador y estupendo libro de los profesores Luis Ferruz, catedrático de Finanzas de la Universidad de Zaragoza, y Francisco José Rivas.

Desde que en 2007 estalló la actual crisis, casi todo el mundo parece saber de economía; cuestiones como prima de riesgo, tipos de interés o fondos de inversión se han instalado como referencias cotidianas en nuestras vidas.

El análisis de las crisis económicas es un asunto complejo donde intervienen factores de todo tipo. Algunos son puramente económicos, como la estructura y la capacidad productiva, la organización empresarial o la capacitación laboral; otros son políticos, como la normativa legal, la regulación del mercado o los tratados de comercio internacional; e incluso socio-sicológicos, como la confianza en el consumo o la capacidad de decidir sobre formas de ahorro.

Durante mucho tiempo, el acceso a la ciencia económica estuvo en manos de una serie de gurús que usaban un lenguaje para iniciados y manejaban conceptos que la mayoría no entendía; pero en este libro Ferruz y Rivas abordan de manera directa y concisa el controvertido tema de las burbujas financieras. Explican de manera sintética y precisa las grandes burbujas de la historia, como la de los tulipanes en el siglo XVII, para centrarse en las dos más recientes e impactantes: la burbuja inmobiliaria y la de las nuevas tecnologías. Lo cuentan de una manera tan clara que todo el mundo, aunque no sea un experto, lo entiende con facilidad.

Este libro aclara unas cuantas cosas, enseña otras muchas e introduce no pocos elementos para la reflexión sobre cómo funciona la especulación y la toma de grandes decisiones económicas, esas que afectan a la inmensa mayoría de la población.

En España, si se juntan tres personas en la barra de un bar, se sienten capaces de arreglar en media hora la economía del país. Bien, ahora tienen un instrumento para hacerlo de manera más fácil, técnica y precisa: leyendo Burbujas financieras. Y, además de que enseña, resulta ameno. No se lo pierdan. H*Escritor e historiador