A los populares les va la marcha, y más en verano. Momento idóneo para el cultivo de esa tan característica mística popular con mantra incluido: el de la recuperación. Y con esa excusa, y con expresiones tan sagradas como la de que "hay trenes que pasan pocas veces y este tenemos que cogerlo", o "el tren de la recuperación sólo pasa una vez", justifican la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y su portavoz, Alfonso Alonso, decisiones como el decreto de medidas urgentes para el crecimiento económico, mega-necesario para afianzar la recuperación. Cuánta poesía para referirse a algo tan obsceno para la democracia como el último decretazo express, con el que cambia unas 30 leyes diversas y heterogéneas, sin debate parlamentario y sin posibilidad de enmiendas. Y es que querida Sorayita, además del fondo son importantes las formas, que brillan por su ausencia. Aunque bueno, si por algo se caracteriza su partido, es por esos modales caciquiles propios de sus militantes y especialmente de su actual líder, Marianico, al que le van barbaridad los decretones, tanto como para aprobar unos 28 al año, media muy superior a la de anteriores presidentes. Cuestionables formas, pero, ironías de la vida, en muchos aspectos parejas a las prácticas bolivarianas tan repudiadas por el clan popular. Prepotencia, soberbia, abuso de la mayoría absoluta, golpe a la división de poderes, censura de la propia democracia, aniquilamiento del parlamentarismo, barbaridad legislativa, cacicada... Juzguen ustedes.

Periodista y profesora de universidad