Los dioses del baloncesto sonrieron ayer a los esforzados jugadores del CAI Zaragoza, dándoles la bienvenida al Olimpo de la competición.

Diez mil gargantas festejaron en el pabellón Príncipe Felipe el resultado de un partido majestuoso, en el que no faltó ni sobró nada, y en el que el CAI demostró que en su idilio con Zaragoza ha alcanzado la mayoría de edad, el autocontrol y la madurez intelectual, más una amplia gama de recursos estratégicos y técnicos.

El CAI fue ganando durante todo el partido al todopoderoso Barcelona, pero hizo lo más difícil: ganarles al final. No era fácil Tenía enfrente uno de los mejores equipos del mundo, con jugadores decisivos como Navarro o Tomic.

Por eso, la emoción duró hasta el pitido. A falta de poco más de un minuto, el Barça había empatado el partido a 76. Era el momento para recordar que Teresa Perales estaba en el palco. Así lo hizo muy oportunamente el speaker y el público la honró con una tremenda ovación. En un momento psicológico como ése, ¿qué más motivación que Teresa? Los dioses seguían sonriendo. Para conjugar voluntad y horóscopo, esfuerzo y fortuna, en el último tiempo muerto salieron las dancers con un nuevo espectáculo de ballet luciendo camisetas de lentejuelas con el número 76. Pitagóricamente, no se podía perder.

Todo, en un partido histórico como el de ayer, rozó la épica y perfección de una batalla incruenta.

El entrenador aragonés, José Luis Abós, supo desplegar estructuras adecuadas de ataque y defensa, dirigiendo a sus soldados con frialdad y eficacia, hasta descomponer las líneas del rival y la paciencia del preparador catalán, Xavier Pascual.

Cada jugador del CAI brilló con luz propia. Los aficionados los identifican a la perfección y vibran con los triples de Tabu, la muñeca de Rudez, los ganchos de Norel, las bandejas de Llompart, la brega de Stefansson o los mates de Sanikidze.

Además del triunfo deportivo, de esta histórica victoria, el CAI ofreció algo fundamental en el deporte de hoy en día: espectáculo. Calidad estética, emociones, vibraciones... En cada partido hay componentes de seduccción visual y escénica, show, locución, música e impecable organización avalando el trabajo del equipo directivo presidido por Reinaldo Benito.

Enhorabuena y a por el Madrid.