Zaragoza ya cuenta con un CaixaFórum, el séptimo que se inaugura en España, pero el primero de nueva planta. Un edificio que en sí mismo ya es un atractivo y que con los contenidos que promueve se convierte en una oferta cultural específica de la ciudad, pero también se ofrece como punto de encuentro y de exposiciónes creativas. Es un elemento hijo de la Expo, como destacó el alcalde, porque tras el certamen surgió la propuesta y la aceptación de la entidad de optar por Zaragoza para implantar su icónico edificio cargado de propuestas. Porque son estas las que dan sustancia a los CaixaFórum repartidos por las principales ciudades españolas. Cuando en Zaragoza abundan los continentes, a veces sin contenidos, este proyecto viene avalado por el éxito de sus predecesores. Solo falta que la ciudadanía lo haga suyo.