La preocupación que está generando la pandemia global por el coronavirus no se puede minimizar, pero en ningún caso hay que perder la calma ni difundir bulos. Conviene que prevalezca la serenidad, hacer caso a las las autoridades sanitarias y no caer en situaciones de exageración colectiva. Se avecinan semanas que van a ser complejas, pero una sociedad como la aragonesa que ya se ha sobrepuesto a otros momentos difíciles debe volver a demostrar su madurez.