La nueva reestructuración de líneas de autobuses urbanos de Zaragoza, que corrige la de hace seis meses, da la impresión que es otro apaño. Ayer aparecieron postes provisionales cutres en algunas paradas, una escasa información de los nuevos recorridos, y la empresa y el ayuntamiento ni hay publicitado los cambios en los medios de comunicación ni han buzoneado un pequeño folleto. Se ha mareado a los ciudadanos y sigue habiendo lagunas como la falta de más líneas --aparte del tranvía-- para ir del centro al hospital Miguel Servet.