A partir de la próxima semana y con un retraso de seis meses, Renfe va a acometer las obras de acondicionamiento de la línea de Canfranc. Durante el tiempo de los trabajos, que van a durar tres meses, el tráfico ferroviario quedará cerrado de lunes a jueves aunque Renfe seguirá prestando servicio a través de una línea de autobuses que mantendrá las mismas frecuencias y precios. No se puede decir que el cierre de la línea sea un inconveniente para los usuarios. No lo es, sobre todo porque el servicio será infinitamente mejor que el que viene prestando el ferrocarril. Sí se puede decir que el cierre de la línea para este menester es una buena noticia, por cuanto se va a renovar una instalación que tiene más de cien años y que se asienta sobre terrenos quebradizos. El canfranero no debe ser sólo el viejo y achacoso tren que hace las delicias de los más nostálgicos. El canfranero puede ser un tren que rivalice con otros medios de transporte.