La puesta en funcionamiento de una nueva resonancia digital y el servicio de radioterapia intraoperatoria en el hospital Obispo Polanco de Teruel suponen una mejora importante en los servicios sanitarios de la ciudad y en la atención a los pacientes a quienes evitan largos e incómodos viajes. La consejera de Sanidad, Pilar Ventura, puede reconocer esas mejoras, pero su resignación ante otras carencias que se detectan --y desde hace tiempo-- en el centro médico no deberían formar parte del análisis de un responsable político. Viene a decir que poco se puede hacer ante la falta de especialistas que no optan a las plazas que son deficitarias. Su obligación es encontrar soluciones, no escudarse en las dificultades.